Vivimos en un régimen democrático, donde prevalece el estado de derecho y el interés colectivo está por encima del interés particular.
Pese a las adversidades, se cuenta con instituciones sólidas y de prestigio que hacen valer que predomine la rectoría del estado, permitiendo la existencia de la gobernabilidad democrática, donde la ciudadanía interactúa y se desarrolla en armonía, paz, respeto, legalidad, transparencia, tolerancia y pluralidad.